8 mar 2012

ANGELA RAMOS: PERIODISTA DEL SIGLO XX

“Pensar en alta voz”, era el lema de Angela Ramos,  distinguida periodista chalaca que nació en 1896 y que durante el siglo XX fue una de las mujeres más lúcidas porque habló y escribió defendiendo no solo los derechos de la mujer sino que destacó por su sensibilidad ante los problemas sociales. Tenía una personalidad tan atrayente que el gran vate César Vallejo se enamoró de ella.
 El primer artículo que escribió fue acerca de la situación de las mujeres trabajadoras, después de haber vivido en carne propia la explotación laboral. Angela fue una de las primeras mujeres que trabajó para una empresa inglesa, primero comenzó como secretaria en castellano, luego asumiría otras funciones como telefonista, secretaria en inglés, etc. Cuando tuvo que salir de la empresa, cuatro personas tuvieron que reemplazarla.
Era una mujer que no soportaba las injusticias. Por eso es que se preocupó tanto por las condiciones de los presos en las cárceles. Visitó la cárcel de Guadalupe, la colonia penal el Frontón a la cual denominó “el infierno de los vivos.
Incluso visitó una cárcel que marcó su sensibilidad para pensar en los que más sufren: “Todo comenzó un domingo de 1927, cuando, paseando con mi hermano, decidimos visitar la cárcel de Guadalupe: no pude resistir la impresión que me produjo ese antro de miseria y dolor y decidí entregarme a la lucha por mejorar las condiciones de vida de los reclusos.”
Muchos años después, Angela Ramos estuvo presa dos veces por su afiliación política. Desde que conoció a José Carlos Mariátegui se identificó con las ideas de izquierda. Posteriormente escribió crónicas sobre el Amauta, donde resaltó  el sentido social del autor de Siete ensayos de interpretación de la realidad pe1ruana.
 Y ella, además de ser una luchadora social, sobresalió no sólo como poeta, narradora y autora de obras teatrales sino que colaboró como periodista en  los principales diarios y revistas de la época como El Comercio, La Crónica, El Tiempo, La Noche, Variedades, Mundial y Amauta.
         Angela, no era una mujer de su tiempo. No. Ella se rebelaba ante las costumbres de la época, hay varios artículos escritos con mucha ironía acerca de los huachafos y las huachafas de aquellos años.
         Ella fue testigo de la primera huelga de hambre que realizó una mujer en El Callao. Describió la sencillez y fortaleza de Miguelina Acosta Cárdenas. Luego, en diversas entrevistas Angela Ramos recordó a Miguelina y su lucha por las reivindicaciones sociales.
         En otro de sus artículos Angela narró los prejuicios que se escucharon cuando se le dio el voto a la mujer:  “Se estarían organizando mujeres de la clase popular para dar voto a determinados elementos”, “Se  aprovecharía el clero de la influencia que tiene sobre la mujer para cambiar este derecho en voto eclesiástico”. “Odría sabe mucho: ha dado el voto a las mujeres para que voten por él”.
En esa oportunidad escribió: “Muy bien, las mujeres acusadas de atraso mental, tienen que demostrar una preparación superior a la del hombre puestas en el trance de votar”....”Ahora que la mujer peruana tiene una nueva conquista, como es la del voto, no debe dejar que los acontecimientos la sorprendan; esto es, que no esté suficientemente preparada para que cuando llegue el momento en que deba ejercer sus derechos de ciudadana: elegir y ser elegidas.”
         Creo que si viviera Angela Ramos estaría estos momentos aquí, como ella misma lo dijo, “sublevando, llamando a la rebeldía a las mujeres que sufren injusticia”
         Será por su vitalidad, por su carácter que nuestro gran poeta César Vallejo se enamoró de Angela. Pero la periodista le dijo “no” al poeta. Le contestó “Has llegado tarde porque hace una semana me he comprometido con Felipe Rotadle”. (Que luego se convertiría en su esposo). Angela recordó que conoció a un Vallejo alegre y simpático y no era doliente como se le describe generalmente.
En una de las últimas entrevistas, ella pidió a un periodista que no la olviden porque “tiene muchas cosas nuevas que decir”. Yo creo que, efectivamente en su obra periodística y literaria, todavía tiene que decirnos más de la vida.  Y hoy, la estamos recordando como la primera mujer periodista peruana que abrió el camino a las demás mujeres periodistas. Para mí es un honor recordarla en estas líneas. (ESCRIBE: LUZ ORELLANA MARCIAL) 

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