23 oct 2011

EL CASO CIRO CASTILLO: UNA LAMENTABLE HISTORIA MEDIÀTICA

Se acerca el final de una historia que fue titular por cerca de siete meses: la desaparición de Ciro Castillo en el valle del Colca. Como se sabe el universitario y su enamorada, Rosario Ponce, se perdieron el 4 de abril. Ella fue rescatada nueve días después. Y lamentablemente el cadáver de Ciro fue encontrado después de siete meses.  Sin embargo ¿Por qué ha llamado tanto la atención esta noticia? ¿Por qué fue tema de conversación y encendió los ánimos de la gente?
Creo que todos alguna vez comentamos esta noticia. Pero se observa claramente una campaña mediática realizada por los medios de comunicación. Los comunicadores sabemos que con historias no resueltas se presenta el suspenso. Y lamentablemente esta historia fue tomada por campaña de algunos diarios sensacionalistas creando toda clase de conjeturas sobre la desaparición del joven Ciro. Pero también los familiares en su desesperación, participaron en este suspenso mediático.
Al final lo consiguieron: hemos estado atentos al desenlace de esta historia. El 20 de octubre ocurrieron dos noticias importantes: 19 personas murieron  por el transporte de productos pirotécnicos. O también el caso del posible tráfico de influencias de vicepresidente de la República. Sin embargo, al día siguiente la mayoría de titulares se refería al posible hallazgo del cadáver de Ciro Castillo.
La historia de la desaparición de Ciro tuvo claramente personajes antagónicos. Por ejemplo, una madre que al borde del llanto reclamaba a su hijo. Esa imagen hizo que la mayoría de mujeres se identificara con la madre. Y por otro lado, una joven que a veces mostraba una sonrisa nerviosa  a la prensa. De esta manera se presentaron dos estereotipos: el dolor de una madre y la imagen despreocupada de una joven que en lugar de llorar, sonreía a las cámaras.
Además esta historia tiene otro protagonista: la tenacidad y perseverancia de un padre que movió cielo y tierra para encontrar a su primogénito. Jefes de familia se identificaron con el padre quien además es doctor. La profesión que más respeta el peruano promedio. El doctor Ciro Castillo estuvo siempre en contacto con los medios de comunicación para que lo ayuden a buscar a su hijo. Y recibió  ayuda internacional e incluso de un presidente saliente y el actual mandatario.
La pregunta ¿este es el final de esta historia mediática? Me temo que no porque todavía falta la investigación de las causas del deceso del joven Ciro. Como ya explicamos esta historia reúne todos los elementos de una historia trágica y de suspenso, algunos incluso afirman con características policiales. Y seguro que será tema de discusión en el facebook, en el mercado, en el quiosco, en la peluquería, en el restaurante y en cualquier lugar donde exista un medio de comunicación difundiendo esta noticia.

19 oct 2011

MANUEL JESUS ORBEGOZO: MAESTRO DE PERIODISTAS

Manuel Jesús Orbegozo (1923-2011) fue uno de los pocos periodistas peruanos que recorrió el mundo nueve veces y lo describió a través de sus crónicas. Estuvo en Kampuchea antes de la invasión de Vietnam, en la caída del muro de Berlín, en Tiananmen (China), en la hambruna de Etiopía (Africa), en la Guerra del Golfo Pérsico y fue testigo de  los más trascedentes acontecimientos mundiales de la mitad del siglo XX.
Orbegozo nació en Otuzco (La Libertad), fue militar, luego profesor de inglés; sin embargo, encontró su vocación luego de escribir una nota sobre una placita de una playa de La Libertad llamada Buenos Aires. La gente del pueblo decía que el alcalde había gastado demasiado dinero en la construcción de la plaza. El joven Orbegozo y un amigo ingeniero comprobaron que hubo sobrevaloración de la obra. En esa circunstancia, Orbegozo se dio cuenta de la importancia de la prensa que puede denunciar y fiscalizar. Pero también que nunca debe publicarse una denuncia sin antes comprobarla.
Un 1º de enero de 1951, Orbegozo llegó a Lima con 30 soles en el bolsillo pero con toda la ilusión de un provinciano en la capital: convertirse en un profesional del periodismo. Ingresó al diario La Crónica donde  aprendió a formarse como persona y alcanzó el profesionalismo que deseaba. Luego, estuvo propuesto para ser jefe de redacción en el diario Expreso, incluso lo enviaron al O`Cruzeiro (Brasil) pero luego lo despidieron porque unos colegas lo acusaron de ser “vendido a Cuba”.
Toda esa experiencia en La Crónica y lo aprendido en Brasil lo llevó a El Comercio donde trabajó 32 años antes de jubilarse. Fue corresponsal de este medio y visitó los lugares más recónditos de la tierra “desde las tundras a 32 grados bajo cero, hasta los desiertos a 52ª sobre cero. Desde las ciudades de rascacielos en Occidente hasta las cuevas de Chou Qutien en China, o las sabanas o selvas intricadas del África.” (MJO, 2001).
Orbegozo entrevistó a 14 Premios Nobel como Gabriela Mistral, William Faulkner, Hemingway, Neruda, García Márquez, Arafat, Camilo José de Cela, la madre Teresa de Calcuta, entre otros personajes. Pero como él decía ha entrevistado a príncipes, dictadores hasta fabricantes de “zombies” en Puerto Príncipe o al camerunés Oudjilla en su harem con 40 mujeres y 80 hijos.
Hay personajes que quedaron en el recuerdo de Orbegozo: la madre Teresa de Calcuta, a Lech Walesa y Ernest Hemingway. MJO admiraba a la madre Teresa porque la encontró ayudando a los moribundos en la India, a los hambrientos en África y finalmente la vio en Lima, donde la madre le obsequió un rosario. Otro tema que marcó la vida de Orbegozo fue la guerra pues estuvo en Vietnam, Las Malvinas, el Golfo Pérsico, entre otras. “He estado en todos los frentes y he comprobado que lo peor que le puede ocurrir al hombre es la guerra. A veces solo debí haber llorado ante un hecho”. (MJO, 2006).
¿Por qué más de cincuenta años Orbegozo se dedicó a ser periodista? Pues el maestro decía que  el periodismo es un servicio público. “El pueblo nos delega a los periodistas el privilegio de representarlo para después contarle a la mañana siguiente lo que pasó”. (MJO,2006)
Manuel Jesús Orbegozo enseñó periodismo en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos desde 1968 hasta el 2007. Llegó a ser director de la Escuela de Comunicación Social, y formó a más de 35 promociones de comunicadores sociales.
Orbegozo decía que el periodismo es pasión y que como profesional uno debe cuidar mucho el uso de lenguaje. No admitía palabras soeces en los escritos, exigía precisión, concisión y especialmente veracidad. Decía que la técnica sí importaba porque para realizar una buena crónica se necesita saber describir y narrar.

El maestro MJO nos dejó el 12 de setiembre y su obra será ejemplo para las nuevas generaciones. El periodista peruano que más trotó el mundo con su libreta de campo y su cámara fotográfica, estará con nosotros cada vez que revisemos su obra. (Escribe: Luz Marina Orellana Marcial)